Catalogo Exposicion:
RETRATO
DE FAMILIA (B)
“Retrato de familia B” obras que abarcan a Chile, cruzada por lo
social, político, religioso y cotidiano.
La vida lleva varios ingredientes, algunos son transversales y otros dan el
sabor a la vida. No podemos negar ningún
momento (ingrediente) de la historia y de nuestras vidas, como tampoco
debemos mirar hacia el lado. Las cosas suceden
y no podemos olvidar lo pasado porque es la única forma de lograr el
respeto perdido y arrasado por la prepotencia de los hombres.
Retrato de familia es una mirada a la familia llamada “Chile”. Es un
mirar que permite tener un acercamiento profano y honesto con la historia de
esta familia.
Las disputas son eternas, las diferencias
crecen pero el respeto y la tolerancia desaparecen en silencio, por lo cual
necesitamos mirarnos y conocer el color
de los cuerpos y los ojos del vecino.
Retrato de Familia es a la vez un
Auto-Retrato, es un gran cuadro familiar cuyo recorrido es lineal pero no
cronológico.
Las obras de “Retrato de Familia B” están
creadas en la técnica del grabado y mixtas.
Christian
Carrillo Cáceres
Sobre Retratos de Famila (B) como reflejo de
esa otra familia que no quieres ver
Cuando me dispongo a escribir el texto de este
catálogo para Christian Carrillo sobre Retratos de Famila (B), me doy
cuenta de algo interesante que tiene relación en haber ya trabajado en otros
proyectos con el artista y haber elaborado otros textos y charlas. A lo que me
refiero es a cierta lectura que he logrado establecer al haber, de alguna
forma, seguido sus procesos y cambios estéticos y políticos. Estos procesos los
considero relevantes al momento de escribir sobre su nueva exposición en Sala
Viña.
En Carrillo nos encontramos con variedad de símbolos,
los cuales, necesariamente, nos remiten a su procesualidad creativa/crítica. Me
atrevería a mencionar que uno de los ejes que se han encontrado, explícita o
implícitamente, ha sido la familia. En los procederes más activos
performáticos, vinculados a contextos políticos explícitos sobre desigualdades
y discriminación, en los trabajos con los importantes temas de niñez, en las
preguntas críticas con respecto a la identidad de una nación, y variedad de
contenidos que ha abordado, podemos entretejer una sustancia vinculada a la
relación social “micro” que se conforma en la constitución de “La Familia”.
Sabemos que en la construcción abierta de lo familiar se vinculan y
desarrollan, indiscutiblemente, los principios educados sobre las relaciones y
decisiones, tanto contingentes, como coyunturales e históricas con respecto a
de qué manera pensamos y actuamos en y hacia la vinculación o desvinculación
del Otro; a las comunicaciones y “transmisiones” más pasivas o activas en
relación a la constitución misma de la niñez; a la formación misma de la
constitución ficticia de los estados naciones, etc.
En términos formales es importante destacar el
constante (y no dejado) uso del grabado, donde la conceptualización chilena
vinculada a los desplazamientos del mismo podría ser parte de los ejercicios
performativos que Carrillo necesita sustentar y volver (si es que alguna vez se
alejó). El sustento y regreso formal son conceptos indiscutibles de la
reflexión (Giannini) hacia lo hogar, y, por lo tanto, hacia la pregunta
sobre lo familiar, ya sea de nostalgia, como de renovación activa en torno a
la constitución misma del hecho Familia
como importancia vivencial, hasta como plataforma de todo el proceder
vinculatorio que mencionaba más arriba.
Ahora bien, hay un agregado de procedimiento
representacional que, necesariamente, es forzado, el cual refiere a parte del
título de la exposición: el “Retrato”. Esta importante consideración, en la
muestra, nos remite a tres períodos generales: lo pictórico, lo fotográfico y
lo digital. Estos tres -por así llamarlos- períodos son vinculatorios a las
relaciones desplazadas del proceder del trabajo de Carrillo: el proceso fuera
del taller tradicional del grabado, donde la experimentalidad es parte de lo
pictórico; los constates registros, tanto personales, de acciones son
intrínsecos al trabajo, no solo de registro pasivo, sino del archivo como
“obra, y el acercamiento a los códigos Qr que, gráficamente, tienen sus
propiedades visuales y a la vez ocultan y desocultan en el uso de las
transducciones técnicas un ejercicio o experiencia no visibilizada en la sala,
sino en el aparato que se hace dispositivo en el proceder experiencial
tecnológico. Estos tres procederes “históricos” claramente son parte de la
concepción del retrato: retrato pintado, fotografiado y, hoy, digitalizado como
imagen.
En términos temáticos, y desde la perspectiva local,
el registro de lo retratado en lo familiar es un antecedente de la intimidad
cada vez más develada social y culturalmente que, también, nos invita a cierta
reflexión del acontecer socio político, donde los rasgos de transformación se
evidencian en esa posición íntima (con deseos públicos) que es parte del
proceder e influencia de las relaciones simbólicas de aceptación y
discriminación. El alejamiento y reconciliación, en la representación familiar,
es parte análoga de las relaciones de procesos socioculturales; uno es
intrínseco al otro.
Cerrando: la relación del grabado es la huella, en
este caso imborrable, de una nación ficticia que ha generado los suficientes
traumas a distintas generaciones pasadas y por venir. Las formas de proceder
plástico/políticas de la impresión técnica de lo grabado en la constitución
familiar, en este caso, es el desplazarse hacia las relaciones con la
alteridad, más específicamente, a las relaciones con el Otro en la simple y
compleja vinculación con la identificación del reflejo representacional de
cualquier núcleo familiar chileno evidenciando las dicotomías de individualidad
creativa en la educación, o la conminación de Carrillo a elevar estas
relaciones en la identificación directa con todas las diferentes familiaridades
existentes que no solo son parte de hogares constituidos, sino que forman parte
de la realización de realidades constitutivas de individuos socializantes o
sujetos que se alejan, o son parte de otros sujetos.
Samuel Toro Contreras.
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